La influencia por encargo es una tendencia digital en auge en la que el público discurso[2]Los medios de comunicación, las perspectivas y los datos se distorsionan deliberadamente a cambio de un precio, normalmente en consonancia con un objetivo político o estratégico más amplio. Este método es empleado progresivamente por individuos, entidades e incluso gobiernos para influir en la opinión pública y manipular la narrativa en su beneficio. Las redes que ofrecen servicios de influencia por encargo se han visto implicadas en varios episodios internacionales, entre ellos desinformación[1] durante la pandemia de COVID-19 y operaciones de engaño vinculadas a naciones como Ucrania, China, Australia y Taiwán. El papel activo de Facebook[3] en el desmantelamiento de una red ucraniana de tráfico de influencias en mayo de 2021 subraya el compromiso de la plataforma con la lucha contra estas prácticas. No obstante, la expansión de este submundo de la economía digital suscita serios temores sobre la intromisión extranjera y la proliferación de información falsa. Por ello, se aconseja que gobiernos y plataformas trabajen conjuntamente para contrarrestar estas operaciones.
Influencia por encargo o influencia colectiva, se refiere a la economía que ha surgido en torno a la compraventa influencia en plataformas de medios sociales.