Comúnmente abreviada como RSC, la Responsabilidad Social Corporativa es un enfoque empresarial que promueve la consideración del impacto medioambiental y social en todos los aspectos de las operaciones corporativas. El concepto, que se originó en la década de 1960, ha crecido y se ha desarrollado hasta incluir no sólo factores económicos y jurídicos, sino también elementos éticos y filantrópicos. La RSC ve cómo las empresas superan voluntariamente las exigencias legales para mejorar sus contribuciones sociales y medioambientales, que pueden ir desde minimizar sus emisiones de carbono hasta participar en actividades benéficas. Sin embargo, la RSE va más allá de la mera caridad; requiere la incorporación de estos factores a la estrategia empresarial. La ejecución de la RSE puede dar lugar a una mayor cliente[1] de las empresas, una mejor imagen pública y, potencialmente, una mayor rentabilidad a largo plazo. Es fundamental comprender que las estrategias de RSE difieren en todo el mundo debido a los gustos de los consumidores regionales y a las distintas normativas gubernamentales. A pesar del escepticismo sobre su eficacia y del temor a que se explote como distracción, la RSC sigue siendo un componente crítico de las operaciones empresariales contemporáneas. Su validez se confirma a través de múltiples recursos de la industria y a menudo forma parte integral de los informes de las partes interesadas de una empresa.
Responsabilidad social de las empresas (RSE) o impacto social de las empresas es una forma de negocio privado internacional autorregulación que pretende contribuir a los objetivos sociales de una filantrópicocarácter activista o benéfico, participando en, con o apoyando servicio profesional voluntariado a través de pro bono programas, desarrollo comunitarioadministrar subvenciones monetarias a organizaciones sin ánimo de lucro para la beneficio públicoo para llevar a cabo éticamente prácticas empresariales y de inversión. Mientras que antes era posible describir la RSE como una política organizativa interna o una estrategia ética empresarial similar a lo que hoy se conoce como Medio ambiente, asuntos sociales y gobernanza (ESG); ese tiempo ha pasado ya que varias empresas se han comprometido a ir más allá o han recibido mandatos o incentivos de los gobiernos para tener un mejor impacto en la comunidad circundante. Además, se han desarrollado normas, leyes y modelos empresariales nacionales e internacionales para facilitar e incentivar este fenómeno. Diversas organizaciones han utilizado su autoridad para impulsarlo más allá de las iniciativas individuales o sectoriales. Por el contrario, se ha considerado una forma de autorregulación empresarial desde hace algún tiempo, en la última década aproximadamente ha pasado considerablemente de decisiones voluntarias a nivel de organizaciones individuales a sistemas obligatorios a nivel regional, nacional e internacional. Además, los estudiosos y las empresas están utilizando el término "crear valor compartido", una extensión de la responsabilidad social de las empresas, para explicar formas de hacer negocios de forma socialmente responsable al tiempo que se obtienen beneficios (véase el detallado artículo de revisión de Menghwar y Daood, 2021).
Considerada a nivel organizativo, la RSE se entiende generalmente como una iniciativa estratégica que contribuye a la reputación de una marca. Como tales, las iniciativas de responsabilidad social deben alinearse de forma coherente e integrarse en una estrategia de marca. modelo de negocio para tener éxito. En algunos modelos, la aplicación de la RSE por parte de una empresa va más allá del cumplimiento de los requisitos reglamentarios y se compromete en "acciones que parecen promover algún bien social, más allá de los intereses de la empresa y de lo que exige la ley".
Además, las empresas pueden implicarse en la RSE por motivos estratégicos o éticos. Desde una perspectiva estratégica, la RSE puede contribuir a los beneficios de las empresas, sobre todo si las marcas informan voluntariamente de los resultados positivos y negativos de sus esfuerzos. En parte, estos beneficios se obtienen al aumentar las relaciones públicas positivas y los altos estándares éticos para reducir el riesgo empresarial y legal al asumir la responsabilidad de las acciones corporativas. Las estrategias de RSE animan a la empresa a tener un impacto positivo en el medio ambiente y partes interesadas entre los que se incluyen consumidores, empleados, inversores, comunidades y otros. Desde un punto de vista ético, algunas empresas adoptarán políticas y prácticas de RSE debido a las convicciones éticas de sus directivos: por ejemplo, el Director General de la empresa de ropa para el aire libre Patagonia, Inc. argumenta que dañar el medio ambiente es éticamente objetable.
Sus defensores sostienen que corporaciones aumentar los beneficios a largo plazo operando con una perspectiva de RSE, mientras que los críticos sostienen que la RSE distrae de la función económica de las empresas. Un estudio del año 2000 comparaba econometría estudios de la relación entre rendimiento social y financiero, concluyendo que los resultados contradictorios de estudios anteriores que informaban de un impacto financiero positivo, negativo y neutro se debían a fallos análisis empírico y han afirmado que, cuando el estudio se especifica adecuadamente, la RSE tiene un impacto neutro en los resultados financieros. Los críticos han cuestionado las "elevadas" y a veces "poco realistas expectativas" de la RSE, o han observado que la RSE es meramente escaparateo un intento de adelantarse al papel de los gobiernos como vigilantes de los poderosos. empresas multinacionales. En consonancia con esta perspectiva crítica, las políticas y sociológico institucionalistas se interesó por la RSE en el contexto de las teorías de la globalización, neoliberalismoy capitalismo tardío.
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